Ser amante de algo que no te quiere

¿Cuantas veces me habrán dicho que soy muy, muy, pero que MUY maniático? Pues un montón, señores.

Tengo dos tipos de manías: La música, la literatura y el saber. Empecemos con la música:

MÚSICA

Cada año (o años), me da por una cosa: primero empecé con Upa Dance, que oye, me encantaba ese grupo, sus canciones me hechizaban, pero se fue al traste, se acabó, ¡¡puff!! se fue Upa Dance.

Luego me metí un poco en La Oreja de Van Gogh, porque habían sacado nuevo disco y eso, pero fueron menos de unos días que se contaban con una mano cuando ya estaba comprando el disco, cotilleando todo a acerca de ese grupo en internet, como siempre, informándome. En noviembre de 2007: Se va al traste, la segunda vez que se me va una manía, los grupos parecen esperar a que me convierta en fan para deshacerse.

Ahora, actualmente, estoy con la música de los 70, 80 y 90 y un puñado (estilo Amaia Montero, Lovg, Mecano, Bonnie Tyler, Suzzane Vega y otros muchos más).

Me gusta Mecano, y creo que me gusta porque se deshizo, como siempre, tengo que escuchar música de autores que nunca volverán a tocar, siempre sin esperar ningún disco, conformándome con eso. Los grupos me odian.

LITERATURA
Fué con Las Tres Mellizas cuando me gustó un fenómeno literario (si se le puede llamar a Las Tres Mellizas eso), y lo siguiente -en 2001- Harry Potter

Viví el lanzamiento del 4º, 5º 6º 7º libro de Harry Potter, pero ahora, ya se acaba. Ningún libro más, ninguna película en dos años, nada de nada, Harry Potter se va, y lo tengo que asumir.

Desde el 2005 -justamente cuando acababa de publicarse Crepúsculo en castellano- me enamoré de la saga. Por equivocación, como siempre, leyendo un libro con unas manos agarrando una manzana que a mi hermana no le había gustado, entré en ese mundo, y fue cuando creé El Club Crepúsculo, que ahora tiene un avanzado estado de crecimiento. Pero ya se acabaron los libros. Hace unos días, salió The Host (La Huésped) en castellano, lo compré y me enamoré de nuevo, pero creo que es por amor a la autora más que a la historia, aún así, debo admitir que está muy bien también...

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Terminé, no se si os habéis dado cuenta de toodas las cosas malas que me pasan con mis manías, y no son las últimas. Esto me ha enseñado a que no hay que cojerle cariño a las cosas porque todas tienen su fin, ningunas infinitas, se acaban, y lo pasé mal cuando se separó Upa Dance o La Oreja de Van Gogh, así que ahora, nada de encariñamientos ¡Soy Malo!